Quiénes Somos
§1. Congregadas en el nombre del Señor y consagradas total y exclusivamente a Él, por la profesión de los consejos evangélicos, las hermanas han de lograr el espíritu de oración y unión perfecta con el Señor, como quienes dan culto y adoran al Padre en espíritu y en verdad.
§2. Cual discípulas de San Francisco de Asís que, «en todo lugar y a toda hora, deben percibir, verdadera y humildemente por la fe la presencia del Señor, y amar, honrar, servir, alabar, bendecir y glorificar al Altísimo y Sumo Dios, Eterno Padre, Hijo y Espíritu Santo».
§1. Hemos de reparar fielmente a Nuestro Señor Jesucristo, sobrellevando con amor y paciencia las molestias inherentes al trabajo de cada día; y cuando la enfermedad u otras pruebas nos aflijan, debemos unir nuestros dolores con los de Cristo, de tal manera que hagamos nuestra la vivencia de las palabras de San Pablo: «Completo en mi carne lo que falta a la pasión de Cristo».
§2. Cada día examinemos la conciencia y acerquémonos con frecuencia al Sacramento de la Penitencia a fin de alcanzar una mayor purificación interior y unión con Dios, fuente de toda santidad.
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El Señor te bendiga y te guarde; te muestre su faz y tenga misericordia de ti.
Vuelva a ti su rostro y te conceda la paz.
El Señor te bendiga.
Amén.
«El Señor te colme a manos llenas de todas sus bendicones y luces, que te dé la salud, te conceda la salvación eterna y te libre de todo pecado mortal».